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Refugio en la Carretera

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Refugio en la Carretera

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EI otro día, un buen amigo de la estación escribió a nuestra oficina: “Todos los años he seguido a HCJB con interés y con mis oraciones, y nunca he sabido que ustedes hayan sido hostiles con nadie, ¡mucho menos con los indígenas!” Luego de darme cuenta de la confusión, respondí de prisa: “Tiene razón, no es que seamos hostiles, es que oramos por la Clínica-hostal indígena, y creemos que será un refugio cerca de la Carretera Panamericana, en donde los indígenas podrán recibir atención médica y espiritual.” 

Luego de cincuenta años de misión en Ecuador, a principios de 1949, el primer doctor misionero pisó tierra en este país. Él mismo se dedicaría, particularmente, a trabajar entre los indígenas que iban y venían por la autopista cercana a la Estación de Radio HCJB llevando sus productos al mercado. 

Los indígenas a menudo duermen en la calle, en los portales o en la estación del tren porque no hay ningún lugar en donde puedan pernoctar. 

Además, muy pocos indígenas han recibido la atención médica que tan a menudo y desesperadamente necesitan ellos y sus hijos. El costo de honorarios médicos y el precio de las medicinas han aumentado y los indígenas, sin ninguna ayuda, deben soportar esta situación. 

Cuando el Dr. Paul Roberts y su esposa viajaron a Quito desde Toronto, comenzaron muy pronto a establecer la Clínica-hostal indígena. Esta clínica ayudaría a aliviar el sufrimiento y la terrible necesidad física de los indígenas de esas áreas, y a la vez, proveería de una incomparable oportunidad para entregar el Pan de Vida a esos espíritus hambrientos. Una docena de doctores misioneros no era suficiente para llegar a los miles de indígenas en las montañas y selva ecuatorianas. 

Además del ministerio que el Dr. Roberts efectuaría con los indígenas, tendría también que ser el médico de setenta y cinco miembros nacionales y extranjeros que conformaban el personal de HCJB; y también se dedicaría a poner al aire programas de salud e higiene, difusiones útiles por sí solas, y de gran ayuda para atraer a nuevos oyentes. 

Una fase más interesante y provechosa del ministerio misionero médico de HCJB sería el viajar con el bus del Evangelio Parlante hacia pueblos y aldeas de Ecuador. Se ofrecería asistencia médica e instrucciones a todo lugar al que se llegase, como contribución específica para el ministerio espiritual realizado por este transmisor y estudio de radio móvil en “las autopistas y alrededores”.

Una cantidad indecible de bendiciones pueden resultar de un trabajo tal y llevado a cabo en el nombre del Gran Médico. Otro doctor, una enfermera registrada y otras más que están entrenándose, están listos para ponerse bajo las órdenes de Dios, esperando que llegue el día en el que puedan también ellos compartir el ministerio de sanar cuerpos y espíritus heridos entre los indígenas de Ecuador. 

El Señor ha depositado ya, este importante ministerio en algunos corazones amigos, 

¿Estará, también El hablándole a usted?